domingo, 22 de enero de 2017

Renuncia al TPP, primer golpe de Donald Trump a los aliados de EEUU

 Renuncia al TPP, primer golpe  de Donald  Trump a los aliados de EEUU
 
Página Siete  / Agencias 
 
El anuncio de que la primera medida comercial adoptada por la administración de Donald Trump será la retirada del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP), supone un significativo golpe para los principales aliados de Estados Unidos en Asia, empezando por Japón. 
 
La noticia se conoció a través de un comunicado de la Casa Blanca emitido el viernes, poco después de que el nuevo Presidente asumiera su cargo y en el mismo texto se anunciaba que Washington también intentará renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que firmó en 1994 con Canadá y México, se lee en  El Mundo.
 
Pero ¿qué es el TPP? 
 
El TPP es un tratado de libre comercio joven, pero representa el 40% del PIB del mundo y un tercio del comercio mundial. Es el acuerdo comercial regional más grande que se ha dado en la historia. 
 
El Acuerdo aborda 22 mesas de trabajo. Entre ellas se encuentran las mesas de agricultura, aduanas, bienes industriales, textiles, servicios, servicios financiaros, comercio y medio ambiente, propiedad intelectual, comercio y trabajo, medidas sanitarias y fitosanitarias y comercio electrónico.

"Durante demasiado tiempo los americanos han sido obligados a aceptar acuerdos comerciales que ponían por delante los intereses de la élite de Washington frente a los hombres y mujeres trabajadores de este país”, se leía en el texto que también amenazaba con "reprimir” a las naciones que "violen los acuerdos comerciales y hagan daño a los trabajadores americanos en ese proceso”.
 
Japón ratifica su permanencia 
 
El anuncio de la Casa Blanca  se produjo horas después de que Japón ratificara oficialmente el TPP, pese a que su primer ministro, Shinzo Abe, reconoció en el pasado que el pacto firmado por EEUU y otras 11 naciones en febrero de 2016 "no tenía sentido” sin la presencia de los estadounidenses.
 
Japón había acordado días antes con Australia continuar sus esfuerzos para la implementación del tratado, que pretende expandir el comercio y los lazos políticos entre sus miembros y debía constituir una asociación que representaría un 40% de la economía mundial, se lee en El Mundo.
 
En Australia
 
El primer ministro de Australia, Malcolm Turnbull, se pronunció en un artículo publicado en la prensa de su país en contra de voces como las de Trump, que abogan por el proteccionismo nacionalista. "Es imperativo que resistamos esas voces que nos piden que nos aislemos del mundo, porque el proteccionismo es un camino hacia la pobreza”, opinó.
 
El ministro japonés, Nobuteru Ishihara, responsable local del TPP, se pronunció en términos parecidos insistiendo en que Tokio "trabajará resueltamente en la construcción de una fundación común (para sustentar) la importancia del libre comercio”. Tanto para Japón como para Australia, el TPP era un elemento que iba más allá del mero interés comercial y establecía  pilares de una alianza regional para frenar la influencia económica y política de China.
 
Corea del Sur
 
Otro de los aliados norteamericanos, Corea del Sur, también anticipa turbulencias para su economía después de que Trump criticara en el pasado el acuerdo bilateral que mantiene con EEUU desde 2012, después de que Seúl consiguiera un superávit comercial de 23.300 millones de dólares en el intercambio bilateral durante 2016. Las medidas proteccionistas que prepara Trump podrían afectar de manera muy significativa no sólo a China, sino a toda la región, y por ello casi todos los medios de comunicación del área acogían el viernes con pesimismo el discurso nacionalista pronunciado por el nuevo mandatario.
 
 Asia resentirá la salida de EEUU en el TPP  
 
Según la firma Goldman Sachs, por cada unidad de importación que reduzca EEUU las pérdidas de producción que sufrirá Asia se multiplicarán hasta 2,6 veces frente a 1,7 en el resto del mundo. 
 
Este  impacto  justifica  la gran importancia que posee la industria asiática en la fabricación de objetos como vehículos o productos electrónicos para el mercado estadounidense.
 
Lo más irónico de cualquier confrontación comercial entre EEUU y China es que causaría un gran daño a Taiwán y Corea del Sur, dado que muchas de sus compañías dependen del suministro de partes y componentes a las factorías chinas. 
 
Analistas regionales coinciden en que el choque que se anuncia entre el nuevo gobierno norteamericano y China podría desencadenar una  pelea comercial que a la postre alcanzaría a todas las naciones del entorno.
 
 El pasado jueves, el diario chino Global Times alertaba que si Trump impone "tarifas punitivas a los productos chinos, China no dudará en vengarse, no se quedará quieta”.
 
El periódico ya clarificaba además los sectores norteamericanos que se resentirán ante un hipotético bloqueo comercial: el comercio de algodón, soja, trigo o las firmas como Apple, General Motors y Boeing, que dependen en gran medida de sus ventas al gigante asiático.