La malaria ha asediado a la humanidad durante siglos. Cientos de miles de niños mueren cada año a causa de esta enfermedad.
Teniendo en cuenta el tamaño del mercado, ¿por qué será que las
compañías farmacéuticas no han desarrollado una vacuna contra el
parásito mortal que causa la enfermedad?
La respuesta es sencilla: inventar una vacuna para niños pobres, que no podrían pagar por ella, no es negocio.