viernes, 1 de enero de 2010

Tribunal Superior de Justicia de Brasil niega extender monopolio a transnacional farmacéutica

  Observatorio Sudamericano de Patentes


El día 15 de diciembre de 2009, el tercer grupo del Tribunal Superior de Justicia (STJ) decidió por unanimidad, negar la prórroga de validez de patente en territorio brasileño, de un remedio para el tratamiento de hipertensión arterial de la empresa Novartis, cuya principio activo es el “valsartan”. La patente deberá expirar en febrero de 2010 y la decisión abre así en Brasil, un precedente para otros juicios sobre patentes.


El proceso en cuestión se refiere a un mecanismo creado por la legislación Brasilera: el pipe-line o revalidación de patentes. La actual Ley de propiedad industrial, creada en 1996, incluyó el pipeline para proteger invenciones de las áreas farmacéutica y agroquímica que no podían otorgar patentes hasta ese momento. Por este mecanismo, la patente tenía un año para ser solicitada al INPI y valdría por el tiempo restante en el país en que fue presentada por primera vez.
El problema es que muchas solicitudes de patentes eran presentadas por primera vez en un país y, después de un tiempo, esta presentación era abandonada y le seguía otra solicitud, generalmente en una oficina regional, para extender el plazo de la protección por patente, manteniendo el monopolio sobre el medicamento.
La ley le dio a las empresas un beneficio con efecto retroactivo para que las invenciones relacionadas con los campos farmacéutico y agroquímico ya patentadas en otros países, fueran patentables en Brasil, aún en los casos de productos que ya habían caído al dominio público y carecían de novedad.
Sucede que en varios países donde se presentaron las primeras solicitudes relacionadas con las patentes pipe-line, concretamente Estados Unidos y Japón, las autoridades  decidieron extender la vigencia dentro de esos territorios, de las patentes “hermanas” de las pipe-line, es decir las referidas a la misma invención.
En el caso de las patentes pipe-line, como la ley dispuso que su vigencia concluiría en la misma fecha en que lo hiciera la patente donde se presentó la primera solicitud, al ampliarse la vigencia de esas patentes “hermanas” extranjeras, automáticamente quedó extendida la vida de las patentes brasileras relacionadas.
El INPI-BR ha sido severamente cuestionado en Brasil por el sector de los fabricantes de medicamentos genéricos por extender la vigencia de patentes sobre medicamentos, argumentando que la extensión de la vida de las patentes es ilegal y que beneficia a las empresas farmacéuticas multinacionales, en perjuicio de la industria nacional, pero sobre todo, en perjuicio de la población.
En alegato, el Procurador General, Antonio Fernando, afirmó que “la inconstitucionalidad de las patentes ´pipe-line´ está justamente en su natureza jurídica, pues se pretende hacer patentable, en detrimento del princípio de novedad, aquello que ya se encuentra en dominio público” y patentado en otro lugar.
Antonio Fernando alegó que la patente “pipe-line” es una figura no prevista por los acuerdos internacionales en la materia. “Sin que haya novedad, no hay motivo justificable para crear un monopolio en favor de particulares, por medio de la protección  patentaria”, afirmó.
En los próximos meses, la polémica debe generar nuevas decisiones en el STJ, ya que las acciones en los tribunales regionales están llegando a las instancias superiores.